Imagino lo absoluto, pero no lo concibo. Hoy descubro un espacio nuevo, una nueva manera cosmopolita de, quizás, hacerme más humano. A veces me sorprendo de lo mucho que puede llegar a significar algo tan cotidiano como el contacto con alguien con quien hacía tiempo que no hablabas. O a quien no leías. Tocar siquiera levemente el resquicio de lo verdaderamente puro. Y lo necesito. Puede que sea la única forma de olvidar una condena que debiera haberse cumplido ya.
Hoy aquí, mañana... espero no recordar cuándo fue ayer.
Hoy aquí, mañana... espero no recordar cuándo fue ayer.