lunes, 16 de febrero de 2009

Belleza

Una mirada huidiza, temerosa de encontrar otros ojos. Una voz susurrada pero segura. Una sonrisa eterna que se clave en las pupilas. El primer contacto de su piel. Unos dedos entrelazados. O una caricia pausada y desnuda.

Caminar muy despacio, queriendo detener el tiempo, mientras sientes las hojas crepitar bajo tus pies. Espiar por encima de una taza que esconde una mueca pícara. Reír al unísono. Compartir recuerdos de cualquier tiempo pasado, aunque no fuera mejor. Serenar un llanto ahogado en tu pecho. O dormir fundido en un abrazo infinito.

Descubrirte, en mitad de una frase, formando parte de algo. Y saberte cómplice de lo ineludible.

O todo a la vez.

*****

Busco irremediablemente la belleza. La pureza de lo íntimamente hermoso.

Y, en ocasiones, he tenido la suerte de encontrarlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Guau...! :)

Alejandra.

Anónimo dijo...

=)

Anónimo dijo...

¿Y quién, en el fondo, no busca precisamente eso, aunque cada cual lo encuentre en lugares dispares, en detalles imperceptibles para nadie más que para uno mismo, en sensaciones incapaces de ser experimentadas por otros?

Y poco a poco se te llena de lectores esto...al final no vamos a caber...

Saludos desde el Bastión.