lunes, 20 de octubre de 2008

Azul, lamento ser tan duro.

Porque eres azul.
Azul cobarde y fugitivo, azul de puntillas.
Azul a pedazos, a golpes de viento.
Azul fulano, azul desnudo.
Azul torpe y desmadejado.

Y te deslizas por debajo del filo del olvido
y te inyectas sibilinamente en un huequito del alma.

Así me arrepiento de estar vivo
mientras paseas tu risa por mi oído
y yo me asusto.

Y en esa agonía secuestro cada parte de tu cuerpo
para separar lo digno de lo puramente vano,
pero no lo encuentro.

Porque no eres nada. Eres vacío, angustia y soledad.
Eres azul, azul plano, azul opaco.
¡Azul, exhaustivamente azul!

Azul lejano, como el mar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hi, no sabía que te gustaba escribir, ésta me gusta, espero que te vaya bien

Eva (la novia de Kike de Marbella)